María Michirú, niña nipo-venezolana de 5 años, hija mía, canta Moliendo Café en japonés, su idioma materno. Cabe destacar que esta versión japonesa, "Coffee Rumba" (coji lumba, como suena en japonés) habla de una fiesta árabe donde se toma café, jajaja, y es casi tan añeja como la original venezolana. Pero musicalmente hablando es muy bonita, con un encanto asiático. Por cierto, una vez leí que el propio maestro Hugo Blanco vino a Japón hace muchos años y ¡la escucho por pura casualidad! Pero yo nunca he podido confirmar esa anécdota del genio creador venezolano.
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