ARTICULO DE OPINION / ALBERTO MENDOZA MAESTRO AMBULANTE
El 1º de mayo de 1886 el pueblo trabajador estadounidense salió a las calles a exigir la implantación de la jornada de 8 horas, su lucha, su constancia fueron premiadas con la aceptación de los capitalistas de esa propuesta. Los trabajadores y las trabajadoras norteamericanas siempre lucharon por sus reivindicaciones, vale recordar la huelga textil de las mujeres en 1857 y 1908 donde fueron quemadas vivas algunas trabajadoras, en honor a ellas se celebra el día de la mujer.
El trabajo humano es el único que crea riqueza y en eso se fundamenta el desarrollo de las sociedades, de cualquier tipo de sociedad, el trabajo esclavo, el trabajo campesino, el trabajo asalariado sirvieron de base para el desarrollo de la sociedad esclavista, feudalista y capitalista.
El trabajo como medio de subsistencia, como una mercancía que se vende para poder vivir, hasta ahora siempre ha sido así pero el trabajo liberador, no asumido como mercancía sino como una forma de realización del ser humano, tiene un gran potencial, las experiencias de Rusia y China son un ejemplo como, a través del trabajo de ser una sociedad rural se transformó en una sociedad moderna y son de las primeras economías del mundo.
En la Venezuela de hoy, en plena construcción del socialismo, la cultura del trabajo en sustitución de la cultura rentista es la que debe prevalecer para transformar a la Venezuela consumista en creativa y productiva.
Debemos realizar un esfuerzo tenaz para instalar en el imaginario del pueblo un sistema de valores propios de una sociedad socialista a través de una estrategia basada en la educación, la formación política y científica.
Ese pueblo trabajador estadounidense hoy empieza a moverse nuevamente por sus reivindicaciones laborales y sus derechos políticos, la solidaridad de nuestro Comandante Supremo con ese pueblo y el trabajo de Telesur han incidido en el cambio de la conciencia del trabajador estadounidense.
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