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1.000 euros por su actitud ejemplar. Es la cifra que va a tener que pagar un profesor por una buena acción que parece que le va a terminar saliendo cara. Corría el año 2013 y Ralf Bender, un maestro que da clase en una escuela primaria en la pequeña ciudad de Limburgo, en Hesse (Alemania), decidió tomarse la justicia por su mano.
Harto de la inacción de las autoridades, pintó sobre unas esvásticas que alguien había dibujado en unas señales cerca de la escuela que enseñaba. Las esvásticas continúan siendo un símbolo muy arraigado a los nazis y están absolutamente prohibidas en el país germano.
Bender ya había informado de la presencia de estas señales ofensivas a las autoridades, pero como nadie le hizo caso él decidió que sería una buena idea que los niños no viesen eso. De hecho, contó en un periódico local que su objetivo era retirarlos antes de que los pequeños regresaran a la escuela.
“Estoy frente a ellos todos los días. Mi trabajo es poder darles un buen ejemplo”, confesó posteriormente al rotativo Suddeustche Zeitung.
Hasta aquí es simplemente una acción ejemplar que probablemente sea elogiada por la mayoría de la sociedad, pero es a partir de este momento que la historia se complica. Porque el coste de la limpieza de las señales es de 1.000 euros y el ayuntamiento estima que es Bender el que debe costearlo, sin importar que esas señales ya estuvieran manchadas con algo tan ofensivo como las esvásticas. Y ahora además, un juez le ha dado la razón al Consistorio, por lo que el maestro debería pagar.
Y no está dispuesto. Ralf considera que la sentencia “es una broma” y los símbolos nazis una burla para todas aquellas víctimas que sufrieron las barbaridades perpetradas por Hitler, por lo que está dispuesto a recurrir a las más altas instancias judiciales de Alemania y se niega a acometer el importe de la multa.
Revela que ha recibido apoyos, pero también amenazas que le han obligado a aumentar las medidas de seguridad de su casa ante el miedo a una posible agresión. Ahora está por ver si la cruzada anti nazi de este profesor termina sin costarle dinero.
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