Con el petróleo en baja llegando a precios históricamente insólitos, es posible que se den despropósitos tales como que el barril del preciado hidrocarburo sea más barato que el café, la lecha e incluso el agua. Así sucede en EE.UU. y lo expone un alarmante estudio publicado en Russia Today, del que Larissa Costas parte para analizar en esta entrega las grandes distorsiones que el sistema capitalista ha impuesto sobre el trabajo y su explotación como mercancia.
Partiendo de conceptos fundamentales de la teoría que Karl Marx legara en El Capital, se revisan los vicios del salario como chantaje o la moneda como intercambio en valores especulativos como el del dólar, nunca sin dejar de poner acento sobre la posibilidad de que se construyan relaciones económicas con valores verdaderamente humanistas y sociales.
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