Sara Leukos
Rebelión
1. El Valle del Cauca
Atestado está el sol…
Las comunidades en el departamento del Valle del Cauca, están siendo atemorizadas por el surgimiento territorial, de manera local por grupos de paramilitares.
Las amenazas llegan mediante el panfleto. Sí, el panfleto criminal que se profundiza en la tierra, bajo las estelas del gran escándalo de trazo sexual entre el poder político y las instituciones de la policía en Colombia.1 Existe un tratamiento político de manera degradante hacia el pueblo colombiano, tratándolo de semianalfabeto, idiota o depreciable. El esfuerzo del gobierno por simplificar, por reducir, por desdramatizar el circuito colectivo de sus degradantes instituciones, obliga a generar acciones nuevas y críticas hacia estas instituciones del Estado. Hay que atisbar más a una “renovación moral” ante la muerte impuesta y la degradación política de las instituciones, que bajo contubernios impropios en el poder legislativo, judicial y ministerial han extendido el paramilitarismo.
El paramilitarismo, no solo hace parte de una escisión armada, sino que es un pensamiento del Estado en su naturalización de fascitizacion. Las instituciones en Colombia están podridas, reventadas de tanta miseria humana y en ello el paramilitarismo es su madre política. Es la naturaleza-misma del Estado que funciona de manera degradante, las instituciones a través de su presidente Juan Manuel Santos quieren hacerlo todo comunicable y sin problemas reales, bajo el lema de la Paz. La primera regla moral de un Estado, consiste en considerar a sus ciudadanos como sus iguales, si en ello, se actúa de modo contrario a esta primera y elemental regla moral, vuelve a un Estado indigno de un instrumento de Paz.
Bajo los cercos del poder y la instrumentalización de dominación, la naturaleza de este “Estado trapacero”, arrecia contra una población campesina y de jóvenes. El grupo paramilitar de “Los Urabeños”, hace parte del Estado criminal, hoy día hacen presencia en las zonas rurales del Valle del Cauca. Son grupos armados en las inmediaciones de los territorios campesinos de los municipios de la Cumbre, en Dagua, Restrepo, en la carretera vía al mar de Buenaventura. En esta reaparición simultanea de los paramilitares, numerosos panfletos criminales han sido repartidos, donde se impone el silencio y el miedo; exhortan a los jóvenes que no salgan, ni transiten después de las 6 de la tarde, previendo a la población de cualquier situación de guerra.2
El Estado continuara así?
II. Tumaco
El viento estremece el mar…
El sector urbano de Tumaco, está siendo rodeado de paramilitares, agentes de civiles, otros con armamentos llegaron paulatinamente desde mediados de febrero hacia los diversos sectores urbanos de Tumaco 3 La comunidad tiene miedo.-
Hacia dónde vamos…?
III. El Chocó
Desde su escondite disparan contra el inocente;
disparan por sorpresa y sin temor
Se animan entre sí a hacer lo malo,
planean poner trampas a escondidas
y piensan que nadie podrá verlos,
que nadie investigará sus maldades
Salmo 63.
En el Chocó, una vez más se hace presencia el grupo paramilitar Los Clan Úsuga, hacia la cabecera municipal de Alto Baudó, han llegado 641 personas desplazadas.4 En este recorrido las comunidades afectadas son de Apartadó, Boca de León, Las Delicias, Amparradó, Peña Azul y Cocalito.5
El río Baudò y sus afluentes, es una comunicación para las comunidades del Alto Baudò, pues es allí donde se generan movilización de embarcaciones de alimentos, cargas y transporte de personas afro-descendientes e indígenas. Los ciudadanos están con miedo frente a la presencia armada.
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