¡LA POÉTICA DEL MARTILLO!
¿No hemos botado bastantes lágrimas? ¿No hemos muerto ya demasiadas veces? ¿No hemos pasado suficiente hambre? Exigimos en verbo vivo y mundo enfermo: ¡Poesía o Nada! ¡Poesía Libre o Morir! ¡Si no hay poesía para todos, que no haya para ninguno!
En la esquina de mi casa
En la esquina de mi casa
hay un cruce peatonal
donde no hay señalización
de tránsito alguna
ni semáforo que regule
el endemoniado tráfico.
Los pobres transeúntes
yacen siempre asustados
a la espera de la buena voluntad
de las humeantes camioneticas
y las veloces motocicletas.
Pobre sentido común
burlado vilmente
en la esquina de mi casa.
Pequeño universo
de lo que nos han hecho ser,
siempre más apurados
que los demás,
más prepotentes,
más fuertes,
más aptos.
En la esquina de mi casa
la vida es solitaria,
pobre, brutal y breve.
Thomas Hobbes
sonríe y grita
en petulante maldición.
¡Se los dije!
"El hombre es un Lobo
para el hombre"
Pero la historia
de la humanidad
no termina
en la esquina de mi casa.
En la esquina de mi casa
En la esquina de mi casa
hay un cruce peatonal
donde no hay señalización
de tránsito alguna
ni semáforo que regule
el endemoniado tráfico.
Los pobres transeúntes
yacen siempre asustados
a la espera de la buena voluntad
de las humeantes camioneticas
y las veloces motocicletas.
Pobre sentido común
burlado vilmente
en la esquina de mi casa.
Pequeño universo
de lo que nos han hecho ser,
siempre más apurados
que los demás,
más prepotentes,
más fuertes,
más aptos.
En la esquina de mi casa
la vida es solitaria,
pobre, brutal y breve.
Thomas Hobbes
sonríe y grita
en petulante maldición.
¡Se los dije!
"El hombre es un Lobo
para el hombre"
Pero la historia
de la humanidad
no termina
en la esquina de mi casa.
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