En enero del 2010 empezó la pesadilla de Liliana* cuando unos dolores en el pecho empezaron a aquejarla. Tras acudir a su IPS, Médicos Asociados S. A. -a la que está afiliada por cuenta del Magisterio-. se le diagnosticó una costoconditis, un tipo de artritis que ocasiona fuertes dolores en esta zona del cuerpo. Las molestias persistían y se acrecentaban, lo que la llevó a buscar atención particular.
En la Clínica del Seno, el médico Ramiro Sánchez consideró necesaria la realización de una biopsia, al encontrar un bulto potencialmente cancerígeno en una de sus mamas. Claudia llevó la orden a la IPS para ser remitida a un especialista, solo para toparse con una sucesión de inconvenientes que hasta la fecha no han terminado.
A los 20 días de pedir la cita, recibió una llamada en la que se le informó que por retraso en el pago se canceló la orden de la biopsia.
Cuando por fin pudo realizarse el examen, la IPS tardó dos meses en entregarle los resultados, los cuales decían que Liliana tenía cáncer. Se le realizó la extirpación de una masa en el seno y tres sesiones de
quimioterapia.
La enfermedad continuaba. En mayo del 2012 se le practicó una segunda cirugía de manera particular en la Clínica del Seno, en donde se extirpó otro tumor cancerígeno, también en una mama. Esto gracias a un convenio con Codema, la cooperativa del magisterio a la cual se afilió, debido a la carga económica que su enfermedad le estaba representando.
Sin embargo, para finales del 2012, sus dolores persistían, esta vez concentrándose en la zona pélvica. Tras una ecografía realizada por Médicos Asociados S. A., le fueron encontradas masas cancerígenas en ambos ovarios.
La negativa del médico ginecólogo de la IPS de operarla ese mismo diciembre la llevó de nuevo a una
consulta particular con el Instituto Nacional de Cancerología, INC, quienes ordenaron extirparle ambos ovarios inmediatamente. Sin embargo, la respuesta de Médicos Asociados S.A fue volver a realizarse los exámenes.
Seis meses después de su diagnóstico, Liliana acudió a la justicia a través de una tutela que le consiguió la cirugía de los ovarios, y que expone que “por falta de convenios con el INC, la IPS no le autorizó la realización de algunos exámenes ordenados por el INC, sino que le exigió someterse a la valoración por los especialistas adscritos a su red” y cuyo fallo final tras una impugnación de parte de Médicos Asociados S.A dicta que “todo el tratamiento requerido por la demandante puede brindárselo Médicos Asociados S.A, por medio de las instituciones pertenecientes a su red”.
“Las IPS son una mafia”, dice Liliana. “No sé que va a pasar conmigo, es un acoso psicológico que me hace la IPS, en la incertidumbre, sin fuerzas”. Liliana se encuentra a la espera del inicio de una segunda ronda de quimioterapia, y con la esperanza de que la Corte Constitucional revise su sentencia para no quedarse sin tratamiento nuevamente.
Semana.com intentó comunicarse en repetidas ocasiones con la IPS Médicos Asociados S.A pero no obtuvo respuesta.
*Nombre cambiado a solicitud de la fuente.
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