JULIA SWEIG: ES MUY DIFÍCIL QUE PUEDA REVERTIRSE EL PROCESO DE CAMBIO DE LA POLÍTICA HACIA CUBA EN EEUU

EL BLOQUEO CONTRA CUBA ES INSOSTENIBLE, POR EL DAÑO CAUSADO A LAS POLÍTICAS GRINGAS.
En los próximos 18 meses, período en que Obama concluye su mandato, se deben generar acciones políticas, económicas, diplomáticas y en la opinión pública que impedirían que un nuevo presidente revierta lo que ha se avanzado hasta aquí en las relaciones con Cuba, aseguró esta tarde Julia Sweig, académica experta en temas cubanos de la Escuela de Relaciones Públicas Lyndon B. Johnson, en Austin, Texas.


En declaraciones a la prensa cubana que asiste a la tercera ronda de conversaciones en Washington, la experta en estudios latinoamericanos y ex integrante del influyente Consejo de Relaciones Exteriores (Council on Foreign Relations), reconoció que es optimista ante el futuro de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.

Aunque admitió que “nuestro sistema político está un poco estancado en cuanto a la producción de nuevas leyes y la polarización entre el Partido Demócrata y el Republicano es muy aguda ahora”, dijo que “hay un apoyo público dentro de los mismos Estados cuyos representantes son republicanos para un cambio con Cuba. Es cuestión de tiempo que el Congreso apruebe leyes relacionadas con la apertura hacia Cuba”.

Sin embargo, si llegan Marco Rubio o Ted Cruz a la Casa Blanca, “no tengo la menor duda de que intentarán deshacer lo que Obama ha hecho. Pero la base económica y política del Partido Republicano quiere otra cosa”, concluyó.

Sobre las competencias del Presidente Barack Obama para avanzar en el levantamiento del bloqueo, la experta aseguró que “la autoridad ejecutiva tiene mucho más espacio legal, regulatorio, para hacer cosas”.

Añadió que “hay una línea entre lo político y lo legal. La Casa Blanca ha determinado que ha llegado a los límites en cuanto al uso de la autoridad política ejecutiva, pero en la medida en que el momento político consolide éxitos bilaterales, diplomáticos y económicos, (estas prerrogativas del Ejecutivo) irán amplíandose”.

Cumbre en Panamá

Sweig, autora de un libro emblemático sobre el Movimiento 26 de Julio encabezado por el líder cubano Fidel Castro -Inside the Cuban Revolution-, consideró que, a pesar de que las intervenciones de los Presidentes latinoamericanos en la Cumbre de Panamá fueron “un poco agudos” en relación con Estados Unidos, “Obama tuvo una recepción muy positiva”.

Considera que a partir del diálogo entre los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Estados Unidos, “Obama comenzó a reconstruir su relación con América Latina”, al ubicar a la Isla en un espacio que no es el de la confrontación.

Consideró que este es un elemento geopolítico regional muy importante que condujo a los anuncios del 17 de diciembre, donde pesan también otras cuestiones. “Por ejemplo, él está preocupado por cuál será su legado”.

En cuanto a política exterior podrá contar cuando concluya su mandato con otros éxitos, pero “creo que cuando entremos (en el futuro) en el Museo y la Biblioteca presidencial de Obama, lo que veremos es que Cuba será una de las primeras cinco iniciativas más exitosas de su mandato”.

Mirado este legado frente a la opinión pública de EEUU, Cuba representa una oportunidad para Obama, aseguró.

En el plano doméstico, la opinión pública ha cambiado no solo en todo el país, sino en la Florida. Aunque la voces más fuertes en ese Estado siguen siendo opuestas al cambio, “lo que vemos en la práctica son las relaciones orgánicas, de familia, económica, sociales, que están desplazando las viejas ideologías que antes dominaban”.

Puso como ejemplo la campaña del ex Gobernador Charlie Crist, quien se postuló nuevamente por el Partido Demócrata el año pasado: “parte de su campaña era abogar por una nueva política hacia Cuba, y llegó a ganar el voto cubano de la Florida”, recordó.

A todo esto se suma el problema que parecía insoluble de Alan Gross y los Cinco cubanos presos en los Estados Unidos. “Llegó a entender Obama que había precedentes, tanto bilaterales como internacionales, para buscar un arreglo que solucionara el problema de los presos”.

La política de cambio de régimen tiene que terminar

Sweig reconoció que es necesario “aumentar la sensibilidad aquí en Washington al tema del uso del lenguaje”, en relación con la retórica frecuente en los discursos oficiales, que hablan de mantener la misma estrategia política hacia Cuba, pero cambiar las herramientas para destruir la Revolución. “Eso tiene que terminar”, enfatizó.

Dijo que “los pasos de Obama representan un reconocimiento al gobierno revolucionario de Cuba”. Añadió que el ambiente diplomático ha cambiado, pero “todavía la cultura política no lo refleja”.

Consideró que dejar atrás los programas de cambio de régimen que ha mantenido por décadas el gobierno estadounidense, sería una señal “importante” de que la política hacia Cuba se ha modificado.

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