El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, a través de un comunicado este martes literalmente le haló las orejas al senador de su país, Álvaro Uribe Vélez, quien este lunes aprovechó el cierre de la frontera colombo-venezolana, para atacar desde Cúcuta al Gobierno venezolano.
Santos, ante la crisis fronteriza exhortó a la dirigencia política de su país, “a no pescar en río revuelto para obtener beneficios electorales, cuando ambas naciones (Venezuela y Colombia) se acercan a época de elecciones.
El primer Mandatario colombiano llamó a “no caer en tentación facilista, ni réditos políticos”, mientras que la Cancillería y el Ministerio del Interior del colindante país, mediante un comunicado incitaron a no politizar la crisis.
“Los señalamientos personalizados sólo generan sentimientos xenófobos que no benefician en nada a los habitantes de los dos países”, sugirió Santos indirectamente al senador.
Reiteró la importancia de buscar mecanismos conjuntos para superar el problema, “pero sin promover el odio”.
El discurso del exmandatario colombiano, desde Cúcuta, carecía de soluciones al conflicto del contrabando y paramilitarismo que impera en la zona. Su supuesta ayuda a los neogranadinos indocumentados, deportados desde Venezuela, fue remplazada por un mitin político.
Aseguró que el presidente Nicolás Maduro, promueve el odio. En Cúcuta impera la criminalidad y el desempleo, causas que motivan la migración irregular hacia territorio venezolano.
Actualmente el paso entre el estado Táchira y Cúcuta se encuentra cerrado hasta “nuevo aviso”, hasta no cumplirse las condiciones mínimas, que incluyen la captura de los autores del ataque a militares venezolanos y el desmantelamiento de los "grupos paramilitares" en la zona.
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