En entrevista exclusiva de Clodovaldo Hernández para LaIguana.TV, con la socióloga y articulista caraqueña Maryclen Stelling comentó el panorama político luego de la instalación de la nueva Asamblea Nacional. Sus reflexiones críticas abarcan tanto al gobierno como a la oposición. He aquí una muestra:
· (El martes) hubo una especie de fiesta postelectoral de la oposición, una celebración porque “te vamos a dar de tu misma medicina”. Se levantaron los cañones y las hachas, se abrió fuego fuerte.
· Creo que el gobierno no ha asimilado ni ha entendido ni ha analizado ni ha interpretado la derrota del 6D. ¿Fue un voto castigo; fue un voto irreflexivo, creyendo en que se iban a acabar las colas y el desabastecimiento; o el voto conlleva el convencimiento de que un modelo económico fracasó y de que hay un modelo mejor? Si fuera lo primero, es posible que al verse el contenido neoliberal de las leyes que apruebe la AN, la gente se desengañe, pero si es lo segundo, no.
· Si no se resuelve la crisis económica que causó la derrota del 6D pueden venir otras peores. Y esa es la razón por la cual Ramos Allup se atrevió a decir que en seis meses ellos cumplirán su promesa de sacar al gobierno.
· El gobierno ha llamado tardíamente a la emergencia nacional, pues ya ha pasado un mes de las elecciones.
· La actitud de Ramos Allup sobre las imágenes de Bolívar y Chávez es un intento de erradicar los símbolos del chavismo, es una limpieza simbólica.
· La bancada revolucionaria no debe improvisar, debe prepararse mucho para todas las confrontaciones y no olvidar nada de lo que hasta ahora ha dicho la oposición que tiene en mente.
· La oposición siempre ha sido un grupo de facciones asociadas contra un todo y por eso solo tenían cohesión en épocas electorales. Ahora tienen a un señor con un verbo interesante al frente de la Asamblea Nacional, que dio el discurso que se esperaba. Ahora tienen la oportunidad de unirse en un espacio de poder, por eso están dadas las condiciones para que permanezcan juntos con cierta armonía.
· Si se aprueba la Ley de Amnistía, lo cual es de esperarse porque tienen mayoría, saldrá un héroe a la calle, un tipo reconocido internacionalmente como una víctima, y, según mi manera de ver, ya Carpiles no tiene nada que buscar, pasa a un segundo plano.
A continuación, el diálogo completo:
-Vistas las primeras acciones de la Asamblea Nacional, ¿es viable un país, un modelo político en el que el Ejecutivo rema en un sentido y el Legislativo, en otro, en términos ideológicos, económicos, estructurales?
-En el corto plazo, parecería inviable. Ya se anuncia un divorcio entre ambos poderes. El día de la instalación de la AN se vio clarito, clarito, clarito. Por un lado, creo que el gobierno no ha asimilado ni ha entendido ni ha analizado ni ha interpretado la derrota del 6D. Acciones como la impugnación de los resultados de Amazonas, la expresión “golpe electoral” y otras por el estilo demuestran que todavía le falta comprender lo que ocurrió. Mientras tanto, la bancada opositora, ahora mayoritaria, dio muestras desde el primer día de un revanchismo político nada espontáneo, todo estuvo muy bien planificado. La misma elección de (Henry) Ramos Allup es una muestra de eso, pues podrían haberse decantado por Julio Borges, que representaba un poco más de serenidad y ponderación y, por lo tanto, mayores posibilidades de abrir el diálogo que se espera. Escogieron a Ramos Allup, en lo que fue una decisión eminentemente política, por su experiencia, pero también por su guerrerismo, por su verbo exaltado. Consiguieron alguien lo más semejante posible a Diosdado Cabello en su estilo de manejar las cosas en la AN. Esa actitud trae, al menos de entrada, una continuación de la polarización, una acentuación del conflicto. De hecho, Ramos Allup dijo que en seis meses saldrán de este gobierno… O sea, suenan tambores de guerra.
-Parece que eso era lo que la gente que votó por la MUD, en general, quería…
-Sí, hubo una especie de fiesta postelectoral de la oposición, una celebración porque “te vamos a dar de tu misma medicina”. Se levantaron los cañones y las hachas, se abrió fuego fuerte. Yo no me había hecho ilusiones, pero pensé que la sesión inaugural iba a ser más conciliadora, aunque fuera hipócritamente, pero no fue nada diplomática, fue el inicio de una guerra en un territorio que ahora es de la oposición, el parlamentario.
-¿Qué le pareció la decisión de la bancada del Polo Patriótico de retirarse en la primera sesión?
-Creo que fue un error. Han debido quedarse. Siempre recuerdo al guerrero Chávez con la batalla de Santa Inés. Él era muy frontal e inauguró una frontalidad que ha sido muy positiva, porque a nosotros nos educaban para no ser frontales, para atacar por los lados, para serruchar al otro por debajito. Y, para hacerle honor a esa frontalidad, la bancada minoritaria no debió retirarse. Reivindico el discurso de Héctor Rodríguez, es joven, no está viciado, es imponente en lo personal y sus palabras fueron muy bien pensadas. En cambio, otros discursos que se dieron luego de salir del hemiciclo me parecieron desafortunados, algunos casi que adecos, con una total desconexión con la realidad, como si no se entendiera por qué está la oposición en esa Cámara y con una mayoría calificada. Unos discursos desfasados, que el país no quiere oír.
-¿Qué es lo que no han comprendido?
-Bueno, yo creo que el gobierno perdió las elecciones por la crisis económica, pero no logró vender el argumento de que la causa de esa crisis era la guerra desatada por los sectores opositores. Si hubiese logrado vender esa explicación, habría ganado las elecciones.
-En un artículo publicado en diciembre, usted decía que “las causas de la derrota no murieron con ella, sino que se exacerbaron”, ¿esto implicaría que si hay pronto otro proceso electoral, el resultado podría ser aún peor para la Revolución?
-Yo sí creo. Y esa es la razón por la cual Ramos Allup se atrevió a decir que en seis meses ellos cumplirán su promesa de sacar al gobierno. Yo no pensé que se atrevería a hacer esa apuesta tan directamente.
-¿Y en qué sentido se exacerban las causas de la derrota?
-En lo económico. Creo que el gobierno ha llamado tardíamente a la emergencia nacional, pues ya ha pasado un mes de las elecciones.
-El presidente Maduro acostumbra anunciar que hará anuncios y estos tardan en llegar. ¿Es un error o parte de su estilo de gobernar?
-Bueno, esa situación se repite tanto que ya es un estilo. Lo que hay que preguntarse es por qué pasa eso. ¿Será que él está sometido a diferentes grupos de poder que luego no le permiten tomar las decisiones o será un efecto de las confrontaciones políticas internas? Lo cierto es que ese tipo de actitudes provocan una erosión de la credibilidad y la legitimidad en el Poder Ejecutivo y creo que la estrategia de la oposición también apunta por ese lado, a tratar de tener la credibilidad y la legitimidad que al gobierno le está faltando.
-¿Cómo le parece lo que hizo Ramos Allup con los retratos de Bolívar y Chávez?
-Insisto en que todo ha sido muy bien pensado. Es un intento de erradicar los símbolos del chavismo, es una limpieza simbólica.
-El gobierno y el chavismo parecen confiar mucho en que las primeras ejecutorias de la AN van a mostrar las verdaderas intenciones de la oposición, de avanzar hacia la restauración neoliberal. ¿Eso podría terminar la luna de miel del electorado con los diputados opositores?
-No estoy muy segura de eso. Hay que interpretar bien la derrota: ¿fue un voto castigo; fue un voto irreflexivo, creyendo en que se iban a acabar las colas y el desabastecimiento; o el voto conlleva el convencimiento de que un modelo económico fracasó y de que hay un modelo mejor? Si fuera lo primero, es posible que al verse el contenido neoliberal de las leyes aprobadas, la gente se desengañe, pero si es lo segundo, no. También puede haber sido una expresión de nuestro sentido mágico-religioso. Como somos un país rentista petrolero y los precios suben y bajan por razones ajenas a nosotros, mágicamente, muchas veces creemos que votando también podernos cambiar la situación por arte de magia. Igualmente hay que tomar en cuenta la influencia de lo que está pasando en Argentina, donde (Mauricio) Macri no anda con cuentos, sino que está haciendo todos los cambios de forma brusca y drástica.
-¿Qué más debe hacer la bancada revolucionaria?
-Aparte de interpretar el verdadero sentido de la derrota, no improvisar, prepararse mucho para todas las confrontaciones y no olvidar nada de lo que hasta ahora ha dicho la oposición que tiene en mente. En diciembre dijeron que iban por todos los poderes, que modificarían la Ley del Tribunal Supremo de Justicia, la ley del Banco Central. Nada de eso se puede echar en un saco roto.
-La oposición luce en estos momentos muy cohesionada, pero cuando se plantee una salida electoral presidencial, que ellos esperan sea este mismo año, deben aflorar las aspiraciones de varios líderes, pues a Henrique Capriles y Leopoldo López se ha sumado ahora, insólitamente, Ramos Allup. ¿Cómo cree que se resolverá?
-Sí, Ramos Allup es el héroe del momento para la oposición, en una Venezuela carente de héroes. Muerto el propio héroe, que era Chávez, incluso para los adversarios, la oposición no ha conseguido nunca un líder capaz de cohesionarlos. Siempre han sido facciones asociadas contra un todo y por eso solo tenían cohesión en épocas electorales. Ahora tienen a un señor con un verbo interesante al frente de la Asamblea Nacional, que dio el discurso que se esperaba. Ahora tienen la oportunidad de unirse en un espacio de poder, por eso están dadas las condiciones para que permanezcan juntos con cierta armonía.
-¿Pero, la confrontación interna por el liderazgo no atenta contra esa armonía?
-Quizá aflore en algunas discusiones, sobre todo de leyes económicas. En la primera etapa, en la que la agenda es eminentemente política, no creo que tengan diferencias. Van a tratar de mantenerse unidos, como si estuviéramos en una coyuntura electoral.
-¿Cómo podría cambiar ese escenario si se concreta la hipótesis de que Leopoldo López salga en libertad y se incorpore a la lucha por el liderazgo opositor?
-Yo no sé si él está bien preso o mal preso. No me meto en eso. Pero lo cierto es que el gobierno logró hacer de Leopoldo López un héroe internacional. Tiene un peso mundial que no es capaz de sostener. Y Lilian Tintori es una figura mundial, luego de que era una muchacha que hacía yoga y corría maratones, dicho sea sin intención de descalificarla. El lobby que la familia de López ha desarrollado a escala planetaria ha sido exitosísimo. Han sido recibidos por jefes de Estado, congresos, asambleas… Si se aprueba la Ley de Amnistía, lo cual es de esperarse porque tienen mayoría, saldrá un héroe a la calle, un tipo reconocido internacionalmente como una víctima, y, según mi manera de ver, ya Carpiles no tiene nada que buscar, pasa a un segundo plano. Ya en los últimos tiempos, por más que trata de pescuecear, no logra ninguna figuración. En diciembre, intentó apropiarse de la victoria hablando mal de “la Salida” y lo que recibió fue una paliza.
(Por Clodovaldo Hernández/clodoher@yahoo.com)
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