TRINCHERA DE IDEAS 15 / 06 /2015

MAESTRO AMBULANTE, ALBERTO MENDOZA

LA TRANSFORMACIÓN Y LA CULTURA.

“Ser culto es la única manera de ser libre”, afirmaba José Martí y una revolución es, en esencia, un hecho cultural. Cuando la sociedad trascendió al capitalismo ocurrió una revolución cultural, los intereses de la burguesía, clase revolucionaria que dirigió ese proceso, se posesionó a través de una narrativa política que significó la esperanza para las masas trabajadoras de la época. La burguesía logró ganarse a los trabajadores ofreciéndoles el “dejar hacer, dejar pasar”, el estímulo material a la iniciativa individual y la libre competencia.

La revolución bolivariana ha construido una narrativa política que ha representado la esperanza no tan solo para el pueblo venezolano sino también para la Patria Grande y para el mundo. La oposición, vocera de la burguesía parasitaria, no ha podido presentarse como una alternativa ante el pueblo y no ha podido capitalizar el normal descontento de la población producido por la guerra económica que los grupos dominantes han ejecutado como respuesta a la crisis.
La oposición, ante el vacío de una narrativa política esperanzadora, se ha dedicado ha deslegitimar el proceso de construcción de una sociedad distinta donde el ser humano sea el centro de la economía y no la ganancia. Aunque la realidad le ha obligado a incorporar lo social a su discurso no llegan a reconocer los logros de esta revolución, como por ejemplo el reconocimiento por parte de la FAO, organismo de la ONU, de  los avances en la lucha por eliminar el hambre y la pobreza.
El sector violento de la oposición se ha impuesto al resto, en la última convocatoria, este sector logró manipular en lo mediático que a nivel internacional tuvo sus aciertos. El sector electoralista no se deslinda de los violentos y asumen una posición ambigua, asumiendo la vía violenta como una carta debajo de la manga.
La lógica de María Corina Machado la lleva a concluir que su postura en constitucional y no es otra que la renuncia del Presidente Maduro, evento establecido en el artículo 233 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Esa lógica permite proyectar que una salida constitucional puede ser la muerte del Presidente porque tal evento está contemplado en mismo artículo 233.
Alcanzar la consolidación de la revolución bolivariana y el punto de no retorno pasa por impregnar a la población con la cultura del trabajo, la cultura de al ahorro y, necesariamente, la cultura científica.
En la actual batalla de las ideas, que debemos ganar para seguir avanzando debemos convencer y, no imponer, una cultura científica a la sociedad toda. Esta ha sido la característica de las sociedades desarrolladas pero también de la revolución soviética, China, cubana expresada el avance de estas sociedades en pocos años.
Las clases dominantes de los países pobres han sabido sacarle provecho a la ignorancia y credulidad de las masas populares impregnándolas de explicaciones sobrenaturales a fenómenos que no se tienen a la mano las explicaciones terrenales. Las iglesias juegan un papel importante en este objetivo que además de imponer el idealismo como método de pensamiento manipulan a sus acólitos en función de sus intereses económicos materiales y lograr el fanatismo entre éllos.
La cultura científica debe derrotar la superchería, la visión mágico-religiosa, que caracterizó una etapa del desarrollo del pensamiento humano.

Seguiremos tratando este tema en subsiguientes artículos.

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