El Papa Francisco llegó este viernes a la sede de la ONU en Nueva York para intervenir ante la Asamblea General.
El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, mostró su agradecimiento al Papa Francisco por "hacer historia". El Papa acudió este viernes a la 70º Asamblea General de la ONU, en Nueva York, para pronunciarse en español sobre los temas de alcance mundial que más le preocupan, entre ellos la crisis ecológica que "pone en peligro la especie humana".
La ambición sin límites por el poder y la prosperidad material está dañando al medioambiente y afectando aún más a los pobres, subrayó. Según recalcó el Papa, "cualquier daño al medioambiente es un daño a la humanidad".
El Papa abogó por una "incidencia equitativa" de todos los países en la toma de decisiones y denunció la "sumisión asfixiante" que sufren los países en desarrollo por los "sistemas crediticios" que generan pobreza.
Según a él, "ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente", ni sentirse "autorizado a pasar por encima" de nadie y de "dignidad". "El poder tecnológico" en manos de ideologías nacionalistas y falsas puede "producir tremendas atrocidades", dijo.
El sumo pontífice también se refirió a los graves problemas vinculados al narcotráfico que "acompañado de la trata de personas, del lavado de activos, del tráfico de armas, de la explotación infantil y de otras formas de corrupción", a la explotación sexual y prostitución, al trabajo esclavo, al tráfico de personas y de drogas, al terrorismo, al crimen internacional organizado y a la pobreza extrema.
Francisco alertó, asimismo, contra la posibilidad de "limitarse al ejercicio burocrático" o "creer que una única solución teórica" pueda dar respuesta a estos problemas.
El Papa resaltó, además, la importancia de las normas de la ONU en la solución de problemas internacionales. "Cuando se confunde la norma con un simple instrumento para utilizarlo cuando resulta favorable y para eludirlo cuando no lo es, se abre una verdadera caja de Pandora de fuerzas incontrolables", denunció.
Para el sumo pontífice el reciente acuerdo nuclear con Irán es un ejemplo de la puesta en marcha de estos mecanismos, "una prueba de las posibilidades de la buena voluntad política y del derecho". En cambio, según él, la pésima situación en Oriente Próximo y en África se debe a "intervenciones políticas y militares no coordinadas entre los miembros de la comunidad internacional".
El jueves el sumo pontífice intervino en el Congreso de EE.UU., donde pidió la abolición de la pena de muerte.
Un día después, el papa visitó en la llamada Zona cero el conjunto conmemorativo que recuerda el lugar donde se alzaban las torres del World Trade Center, derribadas en el ataque terrorista del 11 de septiembre del 2011.
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