La elección del próximo 6 de diciembre no será una elección cualquiera, será la más importante y controversial que habrá de enfrentar el pueblo venezolano en los últimos tiempos.
Es una elección de prueba y revisión del efecto de la campaña informática contra el proceso revolucionario que ha emprendido la derecha internacional con sus peones criollos. Será momento de evaluar cuanto a penetrado en la consciencia del pueblo la prédica permanente de Chávez con el fin de erradicar el capitalismo, el consumismo, el entreguismo y la dependencia sumisa y complaciente que se nos venía imponiendo desde el norte.
Hablando en términos regionales, el proceso revolucionario sembrado por Chávez en la tierra fértil de Venezuela ha llegado al momento de cosecha, al momento de saber si esa semilla de revolución, de socialismo venezolano prendió y dará los frutos esperados a pesar de todas las vicisitudes, sequías, temporales, descuido de los labriegos, abandonos y traiciones. También ante la ineficacia e impericia de quienes por debilidades se dejan llevar por viejas prácticas y alimentan el rastrojo y la maleza de las viejas prácticas inmorales y corruptas. Esta siembra no es de ciclo corto, es de varias estaciones, es de abono permanente, constante, sin desmayos ni desvíos. No es de flaquezas ni abandonos, no es ni será fácil. La plaga que la ataca es resistente y muta permanentemente, esta plaga transmuta y se riega ante la ansiedad, el descontento, la traición y el desespero causado por el inmediatismo y la ineficacia.
Vamos pues a no decaer en nuestro empeño de seguir conquistando nuestra verdadera independencia. Demostremos que hemos asimilado y defenderemos el legado de Chávez. Viva Chávez, Viva Maduro, Viva Venezuela.
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