El Poder Electoral venezolano dio este domingo 6 de diciembre un nuevo ejemplo de imparcialidad. Con elecciones en el calendario, organizó los comicios parlamentarios tal vez más publicitados e internacionales de la historia del país.
Los bandos fueron los mismos que se han enfrentado desde 1998: el socialismo y el capitalismo, y, en esta oportunidad, la actitud frente al Consejo Nacional Electoral también fue la misma. Un Gran Polo Patriótico que respetó al CNE y una Mesa de la Unidad que lo satanizó.
Por citar un caso, sólo la imagen ofensiva contra la alta funcionaria que el gobernador de Miranda, Henrique Capriles, publicó en redes sociales es evidencia de los ataques de la dirigencia opositora.
Es el mismo ente electoral que contrató desde 2004 a una de las empresas líderes en procesos de votación, que audita más del 50 por ciento del proceso, que permite la participación en estos pasos de todos los actores políticos en pugna y que hasta invita a acompañantes internacionales el que ha sido descalificado por la MUD.
Resulta que la tesis de la derecha contra el CNE siempre ha sido la misma salvo cuando los resultados le son favorables, como en estos comicios de 2015 que contrastan con los del 2005 cuando decidieron no participar alegando falta de garantías del Poder Electoral.
De hecho, llegaron a estas elecciones sin haber firmado un compromiso para reconocer los resultados que rubricó el propio presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, Nicolás Maduro.
¿La MUD respeta ahora al CNE y a su presidenta o su triunfo es un fraude? / ZGM.
VTV
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