México ocupa una de los peores lugares del mundo en cuanto a la libertad de expresión, y sin embargo, ahí operan los conglomerados mediáticos más grandes, que se tenga registro.
Para mantener ese “Statu Quo”, que beneficia, a la clase política y la oligarquía local, hace falta desparecer cualquier intento de desafío a los poderes dominantes, aunque eso requiera la eliminación física de personas.
Nación de contrastes, que muestra en el asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa y la activista política Nadia Vera, la expresión más cabal, del significado de la vida y su respeto como un derecho humano básico, para el Gobierno de Peña Nieto.
Acciones que mantienen a la sociedad civil, mirando hacia otro lado, para no ver las fotos de la realidad, que lo comunicadores populares ofrecen, al costo de su propia vida.
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