La portada de esta edición, que saldrá a la calle el próximo 7 de enero, ya ha visto la luz y está generando una inesperada polémica entre el público francés, que ya la ha tachado de "provocativa" e "irrespetuosa" con la religión.
Las críticas se refieren al uso por parte de la revista de una caricatura de Dios, representada por un hombre barbudo, con una larga túnica blanca manchada de sangre y portando un fusil Kaláshnikov. Junto a la ilustración de este "dios asesino" se lee el título: "Un año después, el asesino sigue corriendo".
El dibujante y actual director de 'Charlie Hebdo' Laurent Sourisseau, quien firma sus ilustraciones como 'Riss', y autor de esta portada, escribió una airada nota editorial en defensa del laicismo, en la que denuncia a los "fanáticos embrutecidos por el Corán", así como a los "devotos de otras religiones" que esperaban la destrucción de la revista por "atreverse a reírse de los religiosos".
Con Francia en estado de alerta máxima por riesgo de atentado terrorista durante las celebraciones de Año Nuevo, tropas militares vigilarán y protegerán los edificios oficiales y centros religiosos el día del aniversario del atentado contra la sede parisina de 'Charlie Hebdo'.
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