80% de los estadounidenses han estado desempleados más de un año, cerca de la pobreza o han dependido de la asistencia social al menos durante parte de su vida, lo que dibuja un “sueño americano” difícil de alcanzar.
Así lo demuestra una encuesta exclusiva de AP, que atribuye la tendencia a una economía estadounidense cada vez más globalizada, una creciente brecha entre ricos y pobres y una pérdida de empleos industriales bien pagados.
El estudio ha sido realizado en un momento en el cual el presidente estadounidense, Barack Obama, trata de volver a centrar sus políticas en la economía y asegura que su máxima prioridad es "reconstruir la escalera de oportunidades" y revertir la desigualdad en los ingresos.
Las dificultades están aumentando particularmente entre la población blanca, cuyo pesimismo sobre el futuro económico de sus familias se encuentra en un nivel máximo desde al menos 1987. En la encuesta más reciente de AP-GfK, 63% de los blancos consideran que la economía "está mal".
"Es hora de que Estados Unidos comprenda que muchas de las mayores disparidades de la nación, desde la educación hasta la esperanza de vida y la pobreza, se deben cada vez más a la posición económica", dijo William Julius Wilson, profesor de Harvard. Según el académico, existe la posibilidad real de que la situación de la población blanca empeore si no se toman las medidas necesarias para destacar y abordar la desigualdad.
En el ámbito nacional, el número de pobres en EE.UU. continúa en un récord de 46,2 millones, lo que constituye 15% de la población, debido en parte a la persistente alta tasa de desempleo por la recesión.
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